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Consejos para realizar de manera eficiente la no siempre fácil tarea de organizar el taller y sus espacios

Organizar el espacio de trabajo en el taller de manera más eficaz podría ser la clave para mejorar la productividad y la rentabilidad del negocio. Y es que un espacio de trabajo ordena y limpio es un espacio de trabajo eficiente.

Cuando abres tu taller por la mañana, ¿pasas los primeros 10 minutos sacando coches al exterior? ¿Tus clientes y empleados no tienen un lugar garantizado para estacionar? ¿Los coches en depósito hacen que sea imposible moverse por el taller? Y luego, al cerrar el taller, ¿repites la operación inversa a la de la mañana y no estás seguro de poder meter todos los coches dentro?

La acumulación es una característica más del trabajo en el taller, así que conseguir un nivel de organización óptimo es fundamental para crear el espacio adecuado y el mejor entorno para el desarrollo de esta actividad.

La situación económica y del sector no hace fácil decir que no a un trabajo. Es por ello que sea relativamente sencillo que tu taller se acabe llenando. Así, mientras tu taller tenga una capacidad ‘cómoda’, es posible que te sientas tentado a seguir aceptando trabajos para que el cliente no se vaya a la competencia. 

Sin embargo, al recibir el coche, estás comprometiéndote a unos plazos de entrega, algo que puede resultar en una mala experiencia del cliente de no cumplirse. Por otro lado, cuando tu cliente llega al taller a dejar su vehículo, un taller a rebosar refleja desorganización y mala planificación y puede llegar a transmitir desconfianza.

La organización en el taller

Los principales elementos a tener en cuenta a la hora de organizar el taller son el espacio físico, la organización de los empleados y el flujo de los procesos de trabajo. Con esto en mente, estos elementos son básicos:

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Delimitación

La delimitación de las áreas del taller es otra acción útil para conseguir una buena organización. Dividir el taller en secciones, asignando a cada una de ellas funciones específicas, puede ser una estrategia organizativa eficaz. Además, esto permite poder tener las herramientas y maquinaria adecuada para esos trabajos más a mano lo que evita pérdidas de tiempo innecesarias.

Orden

Como decíamos, organizar los espacios entre los diferentes servicios ofrecidos resulta de gran utilidad, ya que permite al trabajador tener una idea más exacta sobre dónde se ubica cada herramienta. Si éstas, además, están bien organizadas (armarios, carros…) optimizaremos aún mejor los recursos, eso sin contar que dispondremos de más espacio. Y un espacio más despejado también despeja la mente, y las energías se olvidan de la búsqueda de materiales y herramientas para centrarse, únicamente, en la solución de cada avería o en la ejecución de una operación de mantenimiento.

Tecnología

¿Está tu taller equipado con la tecnología más moderna? ¿En qué medida lo aprovechan tus empleados? Las nuevas tecnologías en un taller permiten una mejor organización y potencian los resultados. Con la tecnología adecuada optimizas el trabajo (programación de citas, asignación de tareas…), realizas reparaciones más eficaces y eficientes (diagnósticos más precisos…),  máximas los recursos… Todo ello, contribuye a reducir costes, aumentar la productividad y mejorar la imagen de tu taller.

Limpieza

La buena organización del taller implica, también, realizar los adecuados trabajos de limpieza periódicos. La acumulación de suciedad desemboca en un empeoramiento del entorno, que pierde espacio para poder trabajar en condiciones óptimas. Tiene, además, un factor nocivo desde la perspectiva de la contaminación, que puede afectar directamente a la salubridad del espacio de trabajo.

Y dentro de la limpieza no podemos olvidar la gestión de los residuos. El uso de contenedores es, en este sentido, una buena idea, pues permiten acumular aquellos residuos cuyo tratamiento es más complejo. Cuando se han usado neumáticos, aceites, lubricantes, baterías o pinturas la solución pasa por el uso de un espacio adaptado a cada uno de estos productos. Y no pensemos que el trabajo acaba al almacenar los residuos, pues también hay que organizar su retirada.

Problemas de espacio: coches abandonados en el taller

En un post anterior, ya hablamos sobre el problema que conlleva el tener que soportar en el taller coches abandonados por sus clientes. Así, teniendo en cuenta que la ley deja poco margen de maniobra al taller y que la única solución viable —para quedárselo en propiedad deben pasar 6 años— es la de enviarlo al desguace (salvo que la autoridad decida adjudicarlo a servicios de vigilancia y control del tráfico), lo mejor es cumplir los plazos mínimos, ahora que la administración ha permitido acelerar este trámite.

No en vano, ese coche ‘extra’ debe ser visto siempre como un coste, pues un coche en el taller cuesta espacio y tiempo, y, por tanto, dinero ¿Por qué?  A medida que el espacio es cada vez más valioso, tener un automóvil de más en las instalaciones aumenta tus pérdidas ¿Cómo? 

Si tu precio de mano de obra es de, por ejemplo, 60€/hora y el coche aparcado te quita 10 minutos de tu tiempo al día (ocupa un espacio que limita la movilidad lo que obliga a moverlo, a dar rodeos...), eso significa que, al año, te cuesta ¡unos 2.500€!

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