Por tanto, sin perder la perspectiva, sí conviene, no obstante, poner también el foco en el creciente aumento del parque de vehículos electrificados y, especialmente, en los vehículos eléctricos puros (BEV, por las siglas en inglés de Battery Electric Vehicle).
Y es que son este tipo de vehículos —además de otras posibles alternativas que se vayan desarrollando como los de hidrógeno (que no dejan de ser también eléctricos, así como si tuvieran recorrido los de combustión 'límpios' a partir de combustibles sintéticos, no fósiles—, los que, parece, se acabarán imponiendo en el mercado a la hora de descarbonizar la movilidad por carretera.
De momento, los datos avalan esta transición. No en vano, mientras en 2019, año prepandemia, las matriculaciones de turismos con motores de combustión (diésel+gasolina puros) significaron el 88% del total, cuatro años después, a cierre de 2022, ese porcentaje se ha reducido al 59,1%, con lo que la cuota de mercado de los 'alternativos' —eléctricos puros (BEV), eléctricos de autonomía extendida (EREV), híbridos enchufables (PHEV) y no enchufables (HEV), de hidrógeno (FCEV), GNC, GNL y GLP— casi se ha multiplicado por cuatro (del 12 al 40,9%).
Una cuota que en el caso exclusivamente de los eléctricos puros ha pasado en cuatro años del 0,8% al 3,6%. Si bien puede parecer una cifra aún pequeña estamos hablando de más de 82.000 turismos eléctricos más en el parque español en solo cuatro ejercicios, por no mencionar la tendencia, ya que en cuatro años ha multiplicado por cuatro su cuota de mercado en los VN...
El mantenimiento de los eléctricos
Un camino en el que el taller también tendrá mucho que decir y aportar, pues estos vehículos también necesitarán ser mantenidos. Sí. Es cierto que los motores de los vehículos eléctricos tienen menos componentes que los tradicionales de combustión, pero también lo es que deben pasar también revisiones periódicas además de reemplazar componentes sometidos a desgaste.
En este sentido, el taller es más que consciente de que estos vehículos tienen unas peculiaridades que hacen que se tengan que establecer puntos de control específicos. Así, los talleres que vayan a mantener y reparar este tipo de vehículos deben revisar, por ejemplo, el estado de la batería, del cable de carga, así como los cables y fundas de los cables de alta tensión.
Eso, sin olvidar, lógicamente, la revisión de aquellos elementos que comparten con los coches con motores de combustión como neumáticos, frenos, lámparas, amortiguadores, aire acondicionado, filtros, suspensión, rótulas, fuelles, limpiaparabrisas, rodamientos…
Cómo adaptar tu taller mecánico a los coches eléctricos
SERNAUTO (Asociación Española de Proveedores de Automoción), en colaboración con otras empresas del sector ha recopilados los tres pasos principales que deben seguir los talleres para estar preparados para la electromovilidad que ya tenemos en nuestro día a día:
1) Habilitar un espacio propio para el vehículos eléctricos en el taller
Este debe estar equipado con herramientas y equipos especiales, incluyendo un multímetro de categoría III con capacidad para medir voltajes de hasta 1.000 voltios, para garantizar la seguridad durante la medición del voltaje del vehículo. Además, debe contar con un cargador de baterías y un dispositivo que permita mover el vehículo sin empujarlo, ya que esto puede dañar el sistema eléctrico.
Además, se deben colocar bancos de trabajo de material no metálico, preferentemente de plástico, para evitar cualquier riesgo de alteración al entrar en contacto con componentes de alta tensión. Dentro de esta área, todos los técnicos especializados deben utilizar el equipo de protección personal adecuado, incluyendo guantes, gafas, calzado aislante y un traje protector impermeable.
2) Instalar puntos de recarga
El gobierno ha impulsado la desregulación de la figura del gestor de cargas, permitiendo que los talleres puedan convertirse en puntos de recarga para vehículos eléctricos. Esta iniciativa mejora la infraestructura y anima a los usuarios a optar por la compra de estos vehículos. Actualmente, nuestro país se encuentra entre los últimos lugares de Europa en cuanto a puntos de carga para coches eléctricos, con sólo alrededor de 15.000 puntos de acceso público.
3) Formación especializada de los mecánicos en vehículos de alto voltaje (eléctricos puros e híbridos eléctricos)
Un taller mecánico debe renovar sus conocimientos y adaptarse a las tendencias actuales del mercado. Es fundamental que los técnicos reciban formación en los aspectos básicos para comprender el funcionamiento de los vehículos híbridos y eléctricos, y conozcan tanto sus componentes como las medidas de seguridad necesarias al trabajar con estos vehículos de alta tensión.
Es importante que en estos cursos se aprendan aspectos como ubicar piezas específicas de estos vehículos como el inversor, la batería de alto voltaje, sistema de desconexión, así como aprender a desconectar y trabajar con piezas de alta tensión, puesto que en un coche eléctrico se trabaja con tensiones entre los 350 y 450 voltios y con intensidades muy elevadas.
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