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¿Pico de actividad en los talleres esta primavera? Los motivos que invitan a pensar que sí

Que la primavera de 2021 sea mejor que la de 2020 es tan esperable como poco complicado. Y es que, cuando esta estación llegó el año pasado, nuestro país estaba prácticamente paralizado con motivo del primer estado de alarma para controlar una pandemia que empezaba a desbocarse. Una situación que se prolongó durante casi toda su vigencia, pues la desescalada no llegó (y con muchas restricciones) hasta mayo, y el estado de alarma se levantó ya coincidiendo prácticamente con la entrada del verano.

De este modo, entre el 15 de marzo, fecha de inicio del estado de alarma, y el 30 de abril, dejaron de acudir al taller el 90% de los turismos y motos que lo hubieran hecho en condiciones normales, por lo que la actividad de los centros sólo fue del 10%. Por su parte, las visitas de vehículos comerciales e industriales a los centros de servicios del automóvil cayeron un 60%, según calcula la patronal Conepa.

En este sentido, según el INE, la cifra de negocio de los talleres cayó en marzo un 35,7%  respecto al mismo mes de 2019 y un 31,8% frente a febrero. Al mes siguiente, la caída fue aún peor: el -72,3% en comparación con abril del año anterior y del 58,1% respecto a un marzo ya de por sí malo.

Ya en mayo, con la desescalada, el sector vivió una llamativa recuperación con un incremento de los ingresos del 118,9% frente a abril, si bien, respecto a los de mayo de 2019, la bajada fue del 50,3% ¿Y junio? El mes que decíamos adiós a la primavera se cerró con un crecimiento de la facturación respecto a mayo del 58%, dejando en apenas un -9,1% la caída de la cifra de negocio comparada con la de junio de un año antes.

¿Y qué podemos esperar de la primavera de 2021?

La primavera de 2021 podría ser muy ajetreada para los talleres, tal y como apuntan desde Road House. Así, según datos de la UE y la EFTA, las matriculaciones en marzo, abril y mayo han aumentado en los últimos cinco años, por lo que las revisiones anuales, las inspecciones técnicas y los chequeos podrían coincidir con el aniversario de la compra original del vehículo, lo que llevaría sin duda más vehículos al taller.

Un año en el que además se suma la singularidad de la covid-19 como probable influencia en las citas previas en el taller. Se estima que ya se produjo un aumento del 19% en las solicitudes de datos sobre revisión de vehículos comerciales ligeros entre el primer y tercer trimestre de 2020, a medida que se expandían los servicios de entrega en línea, que pronto alcanzarán su aniversario y requerirán asistencia.

A estos factores, habría que añadir que, ya de por sí, la primavera es un momento de ‘pico’ de trabajo en los talleres, eso sí, impulsado habitualmente por la Semana Santa, circunstancia que, este año, se verá atenuada al impedirse los desplazamientos masivos que se producían en esta época antes de la pandemia. No obstante, la relajación de las restricciones permitirán los desplazamientos dentro de las comunidades autónomas lo que incrementará notablemente la movilidad y, por tanto, la necesidad de revisiones y puestas a punto.

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¿Y cuáles son las principales operaciones que darían lugar a una primavera muy ajetreada en el taller? La primera, según RH, se relaciona con el aire acondicionado. "Los vehículos aparcados largo tiempo acumulan humedad, que corroe las válvulas y degrada las juntas. Hay que tener en cuenta, además, que los vehículos deberían circular al menos una vez a la semana para que no se deteriore la batería. Y es que el frío empeora su rendimiento. Por ello, el taller debe valorar si ofrecer al cliente la sustitución anticipada de la batería si el vehículo no se ha usado periódicamente en invierno".

En cuanto a los limpiaparabrisas, el frío los agrieta y degrada. Las escobillas deben cambiarse una vez al año o cuando ya no hagan contacto con el parabrisas. "Tampoco deben descuidarse los neumáticos: una presión inadecuada puede desgastarlos o dañar su estructura, y los baches pueden perjudicarlos y desajustarse la suspensión de las ruedas". 

Por eso hay que verificar que los neumáticos sean seguros y correcta su alineación. Además, hay que verificar el ángulo de caída, la altura de la carrocería, los neumáticos y los procedimientos de ajuste, al tiempo que los módulos de neumáticos y del sistema de control de la presión muestran las presiones correctas para cada tamaño de rueda y los procedimientos para restablecer los sistemas de supervisión de presión.

Asimismo, los vehículos cuyo uso se ha visto limitado durante el invierno por las restricciones a la movilidad también pueden sufrir fallos en la suspensión debido a las grietas y la corrosión, especialmente peligroso en zonas cercanas al mar, pues los muelles se pueden ver muy afectados si se forman grietas en el revestimiento de plástico.

En definitiva, este puede ser un buen momento para poner en marcha campañas promocionales (revisiones gratuitas, promociones específicas...) para atraer clientes e incrementar las visitas al taller.

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