Si tenemos en cuenta que los materiales que se utilizan para la reparación de la carrocería, fundamentalmente la pintura, son de un considerable valor económico, su gestión eficiente contribuye, sin duda alguna, a mejorar el beneficio del taller. En términos de consumo mensual, por establecer un periodo concreto de referencia, puede ser interesante recordar que este es igual a las existencias iniciales más las compras del mes menos las existencias finales. También que la facturación por horas facturadas es igual a la factura de los materiales de pintura dividido entre el número de horas facturadas de pintura. Son dos principios (consumo mensual y facturación por horas facturadas) muy a tener en cuenta por un taller orientado a la eficiencia.
Con todo, desde un punto de vista eminentemente práctico es natural que frente a la orden de reparación concreta, el taller se haga una pregunta: "¿Cuánto material de pintura necesito y cuánto tiempo me llevará hacer la reparación? Y es ahí donde la ayuda de una herramienta tecnológica para la gestión de esa orden de reparación marca la diferencia. Contar o no contar con el baremo adecuado, disponer o no disponer del coste real del material de pintura según la marca que se use, resulta crítico. Es así porque con esa información, con la tecnología que la contiene y la procesa, el taller puede, al mismo tiempo que realiza el presupuesto, conocer el coste de los materiales de pintura y reponerlos sobre la marcha. ¿Cuánta rentabilidad se pierde por carecer de herramientas tecnológicas para la gestión eficiente de esos materiales de pintura?
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